Sunday, June 03, 2007

Estación seca o el día que dejó de llover. Mosquitos, garrapatas y otras gentes de mal vivir.

El las zonas templadas, los días se van haciendo cada vez más largos al llegar el verano, la temperatura aumenta, brotan las flores y los pajaritos cantan. Al llegar el invierno, la temperatura va bajando lentamente, el clima empeora, se caen las hojas y los pajaritos dejan de cantar. Tenemos que decidir unos días al año que marquen el paso de las estaciones, independientemente de la temperatura. En la selva, por el contrario, sólo hay dos estaciones, la seca y la húmeda. No hay un día exacto que marque la fecha de este tránsito. Simplemente un día, deja de llover. Es un cambio súbito, una abrupta y sorprendente discontinuidad. Y aunque parezca mentira, el paisaje se transforma. Los tábanos dan paso a mosquitos y garrapatas. Florecen otros árboles, el aire huele distinto, se ven más reptiles. Las crías de caimán nadan río arriba.

Sobre los mosquitos:

Es el momento en el que nubes de mosquitos emergen de las aguas estancadas que deja el temporal, barrizales donde se puede escuchar en la distancia el batir de minúsculas alas sedientas de sangre. El zumbido del mal.

Pitido agudo en el oído mientras con una mano se sostiene la antena y con la otra el equipo de telemetría. Intento de manotazo sujetando por un momento la antena con el cuello. El mosquito se aleja zumbando y la antena se cae aparatosamente al suelo. Se me ponen rojitas las orejas por el golpe, lo que atrae a cinco mosquitos más. La irritabilidad aumenta, dando lugar a diferentes estados de enajenación. Llegan más mosquitos, la señal es confusa. Comienza el efecto túnel, la consciencia se altera. Se pierden matices y todo se vuelve blanco o negro, el bien o el mal. Ahora sólo existe una forma de hacer las cosas. Por las bravas. Es la maldición de los demonios de la selva. Ni repelentes ni mangas largas ni agua bedita.

Record oficial: M. (foto)

110 picaduras brazo derecho
101 picaduras brazo izquierdo

Segunda posición: yo

188 picaduras brazo derecho
168 picaduras brazo izquierdo
131 picaduras cara, cuello y espalda


¿Por qué segunda posición? Porque a M. le picaron a demás dos hormigas bala (mucha pupa). Y aunque esas hormigas duelen mucho mucho mucho, y te pueden mandar al hospital sin pasar por la casilla de salida y cobrar los 200.000, afirma que gustosa habría aceptado otra picadura de hormiga a cambio de 100 mosquitos menos.


Sobre las garrapatas:

Disponibles en tres tamaños: minúsculo, pequeño y XL (¿qué paso con el mediano? Se lo comió el XL).

Minúsculas: son difíciles de ver (aunque se las nota caminar) y tan abundantes que pueden formar una mancha negra en la piel o en la ropa formada por cientos de individuos, que hay que quitar rascándose. Tienen predilección por los tobillos e ingles, pero a veces se las encuentra en zonas insólitas como entre los dedos de los pies, en el repliegue del párpado, en la axila, en la uretra...

Pequeñas: menos frecuentes que las anteriores, predilección por la cintura y piernas.

XL: poco frecuentes. Predilección por la cintura. Pican a través de la ropa y al quitarlas arrancan un trocito de piel.


El acicalamiento social (en inglés "allo-gooming"): se desarrolla una tendencia inconsciente a buscar garrapatas en la piel propia y ajena, y es parte de la conducta social de los voluntarios el desparasitarse mutuamente. Este "acicalamiento social" refuerza los vínculos sociales y familiares, así como la cohesión y jerarquía del grupo.

Record oficial: A.
249 garrapatas.

Segunda posición: A.
129 garrapatas.

Sobre los caimanes Caiman crocodilus:

No son tan grandes como los cocodrilos americanos que viven en el lago (Crocodylus acutus). Los que viven y toman el sol cerca de la cabaña suelen ser crías. No pican pero muerden. Y al morder, retuercen y giran sobre sí mismos para arrancar trocitos. Aun así, los verdaderos monstruos a los que temer son microscópicos.


La foto de la estación seca

1) Calcetines secándose al sol (posiblemente míos, los dejaba secando, luego se me olvidaban y me ponía otros).
2) Bidón metálico donde almacenábamos agua potabilizada de un arroyuelo cuando el río estaba demasiado turbio para bombear.
3) Hoja seca (aquel que diga que no es necesario repetir un trabajo bien hecho es que nunca barrió hojas secas).
4) Bota de goma en una posición incorrecta (favorece que se llene de arañas y escorpiones y no permite el drenaje del agua y el sudor).

5) Sandalias Decathlon encontradas en el valle de Ordesa y que han sido posiblemente las mejores que he tenido en mi vida (ahora que lo pienso... ¿dónde están? ¿no me las habrá tirado mi madre?).
6) Trenza antienganchones.
7) Leishmaniasis y picaduras de mosquito en el brazo contadas ante notario con rotulador para evitar contar dos veces las mismas. La mayoría estaban en la cara interna del brazo y no se aprecian.
8) Toalla "blanca" encontrada debajo de una cama y que adopté como propia.
9) Intento de reloj de sol: cuando la sombra del tejado se situaba entre las dos tiras de cinta aislante, eran las 13 horas.
10) Máscara ritual para los sacrificios a los Grandes Dioses de la Selva. Nótese ligeras manchas de sangre en la boca a modo de ofrendas (difíciles de ver en esta foto).

2 comments:

Anonymous said...

Lo primero, enhorabuena por tu nueva entrada, a mí me gusta, anda no seas tan autocrítico y escribe más a menudo.
Lo segundo, entiendo que quieras mantener un juego de colores tipo "la historia interminable" pero, por favor, que el verde de la selva sea más oscuro, este tono de verde sobre el fondo blanco cansa mucho los ojos, y es difícil de leer, lo cual no es muy beneficioso para tus "sufridos" fieles lectores; además las entradas de la selva suelen ser más largas, mejor si los ojos no sufren al leerlas.
Respecto al acicalamiento social nos demuestra una vez más que somos simples primates, en caso de necesidad nos desparasitamos los unos a los otros, como cualquier chimpancé que se tercie.
Y para terminar una preguntina, ¿qué prefieres la estación de las interminables lluvias, o la seca?
Besines.

El Refu said...

Por un momento traté de visualizar el artificio de separar las dos estaciones, a pesar de que son la expresión de la una en la otra, imposibles de existir por separado. La respuesta es... que depende del día. La estación de lluvias tiene más inconvenientes como crecidas y la ropa mojada todas las mañanas, pero a veces un buen chaparrón se agradece, y cuando se está suficientemente mojado mola pisar los charcos a toda velocidad con el quad (el que va detrás se suele quejar porque se inunda, pero qué se le va a hacer), merece la pena. Y por supuesto, la falta de garrapatas y de mosquitos es un factor de peso en favor de la época de lluvias. Espero haber satisfecho tu curiosidad y... ¿qué demonios le pasa al verde? yo no le veo inconvenientes.
Bueno, gracias por el comentario.
Ik hou van je kontje