Wednesday, January 03, 2007

Navidades tropicales


Sí, es mi semana libre. Pero en lugar de pasármela colgado del teléfono o escribiendo en el blog, me voy por ahí. Más noticias un día de estos.

Un día de estos:
Bueno, este es el res
umen gráfico de mis andanzas en la semana libre. Navidades no blancas, navidades tropicales. Izquierda: Atardecer en el Pacífico, playas interminablas de arenas blancas, techados de paja y agua a 20 grados. Había algo que picaba en el agua y no se sabía qué era.


Derecha: atardecer en el Caribe. Portobelo, ciudad colonial, cañones españoles para defender la ciudad de los piratas, ruinas, basura y niños por todas partes (era sorprendente, un pueblo lleno de niños y no de viejos). Un chico que pescaba gambas tiraba una red la sacaba llena de plásticos, y los devolvía pacientemente al mar porque no tenían la talla mínima. Por la noche empezaron los carnavales y había unos señores con máscaras persiguiendo a los niños con un látigo para quitarles unas mochilas o algo así. Música y baile con raíces africanos. ¿Pero no estábamos en Navidad? Sí, pero al pareecr los carnavales molan más.

Derecha de nuevo: El Valle de Antón... ¿acaso el Bierzo panameño? También de origen tectónico, pero en este caso un cráter en lugar de una olla. El pueblo era apenas una carretera sin un centro definido. No, aquí no había playa. Sólo algunos montes, donde hacer senderismo, uno de ellos llamado "la india dormida" que se supone tiene la forma de una mujer recostada, según cuenta la historia, la hija del jefe enamorada de un conquistador español que se fue al bosque a morir de pena tras la muerte de su amado (o algo así).

Izquierda: grafitis primitivos, en la esquina inferior izquierda se puede ver un diagrama que se cree representa la rana dorada (en realidad es un sapo dorado), a-dorado por los indígenas y actualmente casi extinto. Creo que tuvimos la suerte de encontrar uno en una bolsa de plástico (si, iba recogiendo basura), pero no lo tengo nada claro. Por si acaso, adjunto la imagen.

Y para terminar, una curiosidad botánica, la foto que representa dos realidades mezcladas, un dilema existencial:
una incongruente e inexplicable asociación vegetal, una de esas quimeras que no deberían existir más que en la imaginación descontrolada de los dementes. Un imposible de imposibles, el reflejo de un espejo frente a otro. Dos mundos que deberían estar separados derritiéndose en uno solo. Deconstrucción del arte, decontrucción de la biología. Cóctel imposiblede clorofila y celulosa...

¡Una bromeliácea en un pino!